Bronquiolitis

La bronquiolitis es el primer episodio que se produce en los menores de 2 años, de infección de las vías respiratorias inferiores, los bronquiolos, que son los conductos más pequeños que llevan el aire dentro del pulmón.

En niños mayores y adultos la infección por el VRS produce sólo un cuadro catarral.

  • Esta patología está producida por un virus. El virus que más frecuentemente la produce es el Virus Respiratorio Sincitial (VRS). Aunque la bronquiolitis también puede estar causada por otros virus como adenovirus, rinovirus, virus influenza y parainfluenza…
  • Ocurre en los meses de noviembre a abril, teniendo su pico más alto de diciembre a febrero, aunque pueden aparecer casos esporádicos a los largo de todo el año.
  • La mayoría de los niños que presentan bronquiolitis tienen un cuadro leve.
  • Dura entre 7-15 días aunque la tos puede persistir más tiempo. El 18% de los afectados continua con síntomas los 21 días y hasta el 9% después de 28 días.

Bronquiolitis: Factores de riesgo para padecer

Existen una serie de factores que, cuando están presentes, aumentan el riesgo de una evolución desfavorable:

  • Prematuridad
  • Pacientes con enfermedades de corazón, pulmón
  • Deficiencias inmunológicas
  • Menor de 3 meses
  • Tabaquismo
  • Falta de lactancia materna
  • Acudir a guardería
  • Hermanos en edad escolar

Bronquiolitis: Cómo se contagia.

Igual que un catarro.
Tocando objetos contaminados con el virus y después tocándose los ojos, nariz o boca.
También se puede contagiar inhalando las partículas procedentes de la tos o el estornudo de personas infectadas.

Bronquiolitis: Sintomatología.

El niño comienza con un cuadro catarral (tos, mocos, estornudos e incluso fiebre) y a los pocos días la tos empeora y respira peor (se marcan las costillas, mueven mucho el abdomen…). Como consecuencia puede ocurrir que el niño no quiera comer e incluso vomite y esté más irritable.
Pueden tener fiebre aunque no todas la bronquiolitis cursan con ella.

Bronquiolitis: Diagnostico

El diagnóstico es clínico basado en los que nos cuentan los padres y en la exploración que hacemos al niño, escuchando determinados ruidos al auscultar el pulmón («pitos»…).
Si no existen complicaciones no es necesario hacer ninguna prueba.

Bronquiolitis: Tratamiento

El tratamiento de la bronquiolitis es principalmente sintomático dada la ausencia de tratamientos curativos claramente eficaces.
1. Medidas generales:

  • Posición semiincorporada (cabeza más elevada con una inclinación de unos 30º) para que respire mejor.
  • Ofrecer líquidos de forma frecuente y en pequeñas cantidades para mantener una hidratación adecuada.
  • Lavados nasales con suero fisiológico para mantener despejada la nariz, especialmente antes de comer, antes de aplicar cualquier terapia inhalada y antes de dormir.
  • Tomas en pequeña cantidad, frecuentes y sin forzar.
  • No guardería.
  • NUNCA usar un jarabe para la tos ante una bronquiolitis.
  • La bronquiolitis como he dicho antes está producida por un virus, por lo tanto NO debemos dar antibiótico aunque tenga fiebre.
  • Temperatura ambiental a 20º.
  • No abrigar en exceso.
  • No fumar en el entorno del niño.

2. Medidas específicas:

  • Si tiene fiebre daremos paracetamol o ibuprofeno.
  • A veces, mandamos un medicamente «salbutamol» que es para dilatar los bronquios, pero no siempre es eficaz. No existe evidencia científica para recomendar su uso de forma sistemática.
  • Adrenalina inhalada. No se recomienda su uso de forma rutinaria. Lo decidirá el pediatra.
  • Vacuna (palivizumab). Cuando nace el niño si tiene determinados factores de riesgo ya os dirán en el hospital si está indicado vacunarle.

Bronquiolitis: ¿Cómo se previene?

  • Debemos lavarnos las manos frecuentemente si estamos acatarrados sobre todo antes de tocar al niño o a los objetos que utiliza (peluches, chupete…).
  • No llevarle a la guardería en época de epidemia y sobre todo si es menor de 3 meses.
  • Evitar el contacto cercano con hermanos o personas con catarro.
  • Evitar en lo posible ir a centros sanitarios por problemas banales pues en pleno brote de la sala de espera puede estar llena de niños infectados.
  • Evitar totalmente la exposición al humo de tabaco. Incluso sin fumar, en el entorno del niño las partículas del tabaco adheridas a la ropa pueden perjudicarle.
  • Lactancia materna siempre que se pueda.

¿Cuándo consultar al pediatra?

  • Rechaza el alimento por la fatiga.
  • Respira con dificultad.
  • No para de toser.
  • Está decaído y/o quejicoso.
  • Fiebre muy alta.

¿Va a ser mi hijo asmático por haber tenido bronquiolitis?

Tras haber pasado la bronquiolitis pueden tener los primeros años de vida cuadros similares, es decir, que un catarro termine con pitos en el pecho y dificultad respiratoria. Esto no quiere decir que tu hijo sea asmático aunque algunos podrán continuar con estos cuadros pasados los primeros años y desarrollar asma.

Anabel Cristina de la Torre – Pediatra

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