RCP en niños: reanimación cardiopulmonar

RCP en niños: Es vital saber qué debemos hacer ante un niño que se le para el corazón. El saberlo reconocer y tratar de forma precoz disminuye la mortalidad por esta causa. La supervivencia es mayor cuando se inicia la RCP en los primeros 4 minutos.

RCP en niños: ¿Qué es la reanimación cardiopulmonar?

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir la parada cardiorrespiratoria (PCR).
La PCR es la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible del corazón y de la respiración. Como consecuencia de una PCR se para el transporte de oxígeno a los órganos, principalmente al cerebro.
Existen dos tipos de RCP:

  • RCP básica: es la primera que debemos hacer hasta la llegada de los servicios de emergencias. La puede hacer todo el mundo aunque no sea sanitario y se realiza sin ningún material específico.
  • RCP avanzada: es la que necesita material específico y sólo la puede realizar personal sanitario.

Causas de una PCR

En los niños lo más frecuente es que primero se pare la respiración y después como consecuencia de la falta de oxígeno se pare el corazón. En adultos suele ocurrir primero la parada cardíaca.
Las causas suelen ser el síndrome de muerte súbita del lactante y los accidentes en niños sanos y enfermedades respiratorias, circulatorias y cardíacas en el niño enfermo.

RCP en niños: ¿Qué hacer ante una parada?

Se debe seguir un orden y no hacer ningún paso mal pues esto puede significar que los siguientes no sean eficaces.

  • Seguridad. Comenzaremos la RCP en el mismo sitio donde se encuentre el niño siempre y cuando no esté en un lugar peligroso. En este caso debemos colocarle en un lugar seguro.
  • Comprobar que esté inconsciente. Debemos hablarle o pellizcarle para ver si responde de alguna manera. Si sospechamos que puede haberse lesionado el cuello evitar en lo posible mover la cabeza.
    • Si responde le colocaremos en posición de seguridad.
    • Si no responde continuamos con el paso siguiente.

Posición de seguridad (PS): estando boca arriba, el brazo más cercano a nosotros lo colocamos perpendicular al cuerpo del niño, cruzamos el otro brazo y ponemos la mano debajo de la mejilla opuesta. Flexionamos la pierna más alejada a nosotros de tal manera que hagan de soporte esta rodilla y el codo.

RCP en niños

  • Pedir ayuda.  Debemos pedir ayuda sin abandonar al niño. Si sólo hay una persona con el niño debe iniciar primero durante un minuto la RCP básica y después pedir ayuda. Si hay dos personas, una pide ayuda mientras la otra comienza la RCP.
      • Maniobra frente-mentón. Se apoya una mano en la frente del niño y realizamos una ligera extensión del cuello. Si existe sospecha de traumatismo cervical, la extensión del cuello será mínima o se aplica la maniobra de tracción mandibular.
        A = Vía aérea. Si vemos algo en la boca podemos intentar extraerlo con un dedo barriendo toda la boca. Si el niño está inconsciente la lengua le puede obstruir la vía aérea, por lo tanto, debemos colocarle en una posición que lo impida:

RCP en niños

      • Maniobra de tracción mandibular. Colocar las manos a ambos lados de la cabeza, con 2 o 3 dedos bajo los ángulos de la mandíbula y empujarla hacia arriba.
    RCP en niños
    – Si respira le colocamos en posición de seguridad.
    – Si no respira realizaremos 5 respiraciones de rescate.
  • B (Breathing) = Ventilación. Debemos comprobar durante un máximo de 10 segundos si el niño respira (vemos si hay movimientos torácicos y abdominales, oímos si existen sonidos respiratorios y sentimos si acercando nuestra cara a la suya echa aire).
    • En el lactante debemos sellar con nuestra boca su boca-nariz. En el resto de los niños pinzamos la nariz y hacemos boca-boca.
    • Cada respiración debe ser de un segundo de duración y con un volumen suficiente para lograr que el pecho se eleve visiblemente.
    • Debemos coger aire antes de cada insuflación para mejorar el contenido de oxígeno.
    • La frecuencia debe ser de 12 a 20 respiraciones en un minuto (menos cuanto mayor es el niño y más cuanto más pequeño sea).
    • NO debemos hacer más respiraciones ni más cantidad de la indicada pues puede ser perjudicial.
  •  C = Circulación. Este paso consiste en el masaje cardíaco. ¿Cómo sabemos si lo tenemos que hacer o no? valoraremos si existen signos de vida (tos, movimientos o respiraciones). NO debemos perder más de 10 segundos en hacer esta valoración.
          – Si no hay signos de vida (a menos que sepamos que hay más de 60 latidos por minuto)   iniciamos el masaje.
          – Si hay signos de vida y/o más de 60 latidos por minuto volvemos a las respiraciones con una frecuencia de 12-20 respiraciones por minuto.
    • En lactantes si solo hay un reanimador (figura 2) colocará dos dedos (medio y anular) perpendiculares al cuerpo en el tercio inferior del esternón y comenzará con las compresiones. Si hay dos reanimadores (figura 1) puede hacerlas con los dos pulgares y abrazando con el resto de la mano el tórax. En ambos casos debemos hundir el tórax unos 4 cm (un tercio del diámetro torácico anteroposterior).

RCP en bebe

    • En niños las compresiones se realizan en el tercio medio del esternón con el talón de una mano o con las dos manos entrelazadas según nuestra fuerza y el tamaño del niño, con los brazos estirados. En este caso el tórax se debe hundir unos 5 cm (un tercio del diámetro anteroposterior).

RCP en niños

    • Tanto en lactantes como en niños la frecuencia debe ser mínimo de 100 y máximo de 120 compresiones en un minuto.
    • Para que las compresiones sean eficaces el niño debe estar boca arriba sobre una superficie dura.
    • La relación compresiones/ventilación debe ser de 30/2.

Tras un minuto de RCP debemos volver a valorar si existen latidos >60 por minuto y respiración y asegurarnos de haber pedido ayuda a los sistemas de emergencia. Si no están avisados hacerlo ahora y si continúa parado continuar con la RCP y valorar cada 2 minutos.

No interrumpir la RCP hasta que lleguen los servicios sanitarios o hasta agotamiento del reanimador
La prevención de la PCR es lo que más vidas puede salvar. Debemos prevenir el Síndrome de muerte súbita del lactante, los accidentes y conocer los signos que nos indican que hay una PCR
La importancia de saber hacer una RCP puede significar la diferencia entre la vida y la muerte
RCP EN NIÑOS 
Anabel Cristina de la Torre – Pediatra

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