Catarros I parte
¿Hay que preocuparse por los catarros? Es habitual la angustia de los padres por la repetición de estos procesos con la presencia de mocos de forma mantenida, adjudicándole problemas en las defensas inmunológicas del niño que no existen realmente.
Los mocos son la compañía indeseada de cada invierno. Son parte del inventario fijo de la temporada, como el paraguas o el abrigo. ¿Por qué se llama «mocosos» a los peques? porque lo normal y frecuente es que pasen los primeros años de guardería siempre con mocos.
Lo importante no es dramatizar acerca de la repetición de estos cuadros en niños sanos, sino asumirlos como una «vacunación de tipo natural» que mejora el desarrollo de la inmunidad en el futuro.
Es la enfermedad infecciosa más frecuente en la edad pediátrica.
ÍNDICE
Catarros: Definición
Un cataro es una infección vírica aguda y autolimitada. Consiste en la inflamación aguda de la mucosa de la nariz y región faríngea. Está producido por numerosos virus respiratorios (más de 200 distintos).
Algunas pocas veces los catarros se complican con infecciones bacterianas, que requieren tratamiento antibiótico.
- El humo del tabaco es un factor que contribuye fuertemente a la aparición de estas enfermedades, porque irrita la vía respiratoria, haciéndola más susceptible a contraer infecciones.
- Los cambios bruscos de temperatura también influyen. Por ello, el otoño es la época del año donde se produce una mayor cantidad de catarros.
Catarros: ¿Cómo se transmiten?
Un niño o sus padres pueden contagiarse un catarro tocando el virus y luego restregándose los ojos o la nariz o la boca. Es lo que ocurre, por ejemplo, en las guarderías: un juguete está manchado de saliva porque alguno lo ha chupado y otro se lo mete en la boca, o se tosen o estornudan encima, o comparten chupetes…
El medio de transmisión del catarro incluye dos mecanismos:
- el contacto directo con secreciones infecciosas de la piel y superficies ambientales, y
- las gotitas infecciosas respiratorias transportadas por vía aérea, por la tos o estornudo, con inoculación directa en los ojos o en las vías aéreas superiores. Los virus causantes de los catarros, que se encuentran en las minúsculas gotas húmedas de un estornudo, son capaces de sobrevivir durante horas en la palma de la mano.
Catarros: ¿En qué consisten?
Tras incubarlo durante 12-48-72 horas aparecen los conocidos síntomas del catarro: secreción (mocos, al principio más líquidos y después más espesos) y obstrucción nasal, estornudos, falta de apetito, dolor al tragar, garganta que pica, dolor de cabeza, tos.
Es muy importante saber que un catarro puede dar fiebre, puesto que es un proceso infeccioso vírico. Ante este cuadro el niño se encuentra con buen estado general (diferencia como ya veremos con la gripe).
La duración media es de una semana, aunque en muchos casos puede prolongarse hasta dos.