DERMATITIS ATÓPICA: Tratamiento y Consejos
La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel, crónica, benigna e inflamatoria que cursa en brotes (períodos de empeoramiento que se alternan con períodos de mejoría). No es contagiosa.
Se desconoce la causa de la enfermedad, pero sí sabemos que hay un componente hereditario muy importante, pues estos niños con frecuencia tienen padres o hermanos que han padecido dermatitis atópica u otros procesos como asma, rinitis…
No existe ninguna prueba de laboratorio específica para diagnosticarla. En la actualidad no tiene tratamiento definitivo. Tiende a desaparecer con la edad. Se caracteriza por picor y piel seca y roja. Varía su localización dependiendo de la edad.
Los pacientes que sufren dermatitis atópica son más susceptibles de padecer otras enfermedades concomitantes en la piel (acné, dermatitis seborreica, herpes, moluscos…).
Existen diversos factores que pueden desencadenar la dermatitis como los cambios bruscos de temperatura, ambientes muy calurosos o excesivamente fríos, estrés, sudor, cambios en los productos de higiene personal…
ÍNDICE
Dermatitis atópica: Tratamiento
El objetivo del tratamiento es que el niño lleve una vida lo más normal posible.
- Evitar todo aquello que empeora la dermatitis atópica (factores desencadenantes y ver más abajo el apartado de «consejos»).
- Hidratar. El empleo de cremas emolientes disminuye la frecuencia de los brotes. No darlas en el brote sobre todo si hay heridas porque puede escocer y picar más. Recordar que es una enfermedad en la que la piel está inflamada y aunque aparentemente la veamos perfecta (entre brotes) tenemos que usarlas a diario con la frecuencia necesaria para que permanezca bien hidratada.
- Corticoide tópico para los brotes. No usarlos más de 7-10 días.
- Corticoide oral. En casos más graves y nunca períodos prolongados.
- Inmunomoduladores tópicos.
- Antihistamínicos orales para el picor.
Dermatitis atópica: Consejos
Cuidado corporal e higiene.
- No ducharse o bañarse más de 5-10 min.
- Agua templada, no muy caliente (unos 33º).
- Evitar la fricción de la piel con esponjas duras.
- No usar geles que resequen la piel (mejor los que tienen pH ácido o neutro).
- Secar suavemente sin frotar con la toalla.
- Aplicar después del baño, cuando la piel aún esté húmeda (porque facilita la penetración de las cremas), una crema emoliente específica. El uso de crema a diario disminuye los brotes y recaídas.
Uñas.
- Mantener las uñas cortas y limpias para evitar que durante el rascado se produzcan lesiones e infecciones.
Vestimenta.
- Usar ropa de algodón, seda y lino.
- Evitar la lana y los tejidos sintéticos.
- Aclarar bien la ropa al lavarla y evitar el uso de suavizantes y lejías.
- Calzado de piel o tela, con buena aireación.
- Calcetines de algodón o hilo.
- No abrigar excesivamente ni llevar ropa muy ajustada.
Ambiente en el hogar.
- Evitar ambientes secos.
- Mantener temperatura y humedad constantes.
- Ventilar las habitaciones diariamente.
- Mejor pasar aspiradora que barrer.
- Evitar alfombras y peluches que acumulan polvo.
- La calefacción y el aire acondicionado pueden resecar la piel.
Sol, piscinas.
- Evitar las horas en que el sol es más fuerte.
- Proteger bien la piel con cremas solares de alta protección.
- Después de bañarse en piscina duchar bien para quitar el cloro de la piel pues es irritante.
Deporte.
- No dejar de hacer deporte, aunque el sudor puede aumentar el picor, a no ser que el paciente se encuentre en un brote grave. En este caso puede dejar de hacerlo hasta que mejore.